EL CONTROL DE LA VIOLENCIA

Todos poseemos una cuota de violencia, dentro nuestro.

La vida empieza con una forma de violencia al nacer, salimos del útero hacia el canal de parto, enfrentamos el nuevo habitat con un llanto, donde los pulmones respiran por primera vez, lejos de la comodidad del vientre materno.

El escenario es sangre, dolor y emoción.

Luego empezamos a crecer y a manifestarnos con llantos, gritos para ser alimentados, enfrentamos el aprendizaje con alegrías y tristezas, nada es color de rosas.

Esta pequeña introducción, es solo a modo descriptiva, para comprender que no podemos negar a la violencia, solo aceptándola podremos controlarla.

Que quiero decir, que siempre estará, la diferencia es saber controlarla y sublimarla, pero no cometamos la tontería de negarla.

La vida y la naturaleza se expresan con violencia, el impulso que nos sobrepone es esa violencia aplicada a una voluntad de superación.

Mucha gente cree que es pacifista y esconde su violencia al punto, de ver todo con un solo ojo, me parece perfecto el estado de paz, pero no nos engañemos, para que exista la paz habrà que controlar la violencia.

Es decir, ser un guerrero no es creer en la guerra, es aprender a manejar los impulsos primarios donde se aloja esta cuestión, es conocer y aceptar que ella estará siempre con nosotros, pero que cada uno puede dominarla y controlarla.

Para eso existe el entrenamiento en artes marciales, la meditacion y todo lo que se enseña en la Escuela Del Nuevo Guerrero, la finalidad es enfrentarnos con nuestra intolerancia, agresividad, ego etc.

La motivacion de esta nota es aclarar la errónea interpretación, que hay en algunas personas, con respecto a ser un guerrero, es todo lo contrario de ser belicoso, es ser un hombre o mujer perfectamente en equlibrio y control, para eso se necesita coraje para bucear en la profundidad de nuestras miserias.

Tapar la basura debajo de la alfombra, solo conducirá a la mentira y la represión.

El guerrero es profundamente conciente que su tarea esta en conquistar miedos, y trabajar su ego, y se entrega a la ejercitacion que dicta su maestro, que actúa de espejo para èl.

Espero que haber sido claro y se comprenda que no se trata de negar nada, solo de trasformarlo.

DANIEL JUEI MU

DIRECTOR