LA PRISA DE CONSEGUIR UN MAESTRO, SOLO LO LLEVA A LA DECEPCIÓN.

Aquí en occidente una cultura de la inmediatez, nos lleva a creer, que los verdaderos maestros aparecen como en las películas. Donde uno se encuentra de forma casual y tiene la fortuna de ser el elegido para aprender de un cuasi iluminado. Nada mas irreal que eso, es la realidad en curso. Vivimos sumergidos en la neurosis de querer ganar, ser importantes y especiales. De la misma manera encaramos la búsqueda espiritual, tratando de conseguir un poder oculto. Eso nos lleva por los caminos complejos de la sombra, que dicta el ego. La frase que el maestro aparece cuando el alumno esta preparado es cierta, pero no por dinero o búsqueda frenética de algún reconocido por los medios de comunicación. El karma hace conexiones propicias, que poco saben de especulaciones o contactos, solo de vibración. Por consiguiente su trabajo es interno y de corazón y eso teje la red de sus futuros guías. Que no siempre son maestros o monjes de renombre, tal vez puedan ser vagabundos alejados del mundo ordinario. La prisa es del ego y la intención desmedida también, por otra parte la motivación occidental es poder, y la oriental es humildad. Desde esta premisa la confusión es enorme. Un verdadero maestro lo incomodara y lo sacudirá a tal punto que le hará perder cualquier motivación ordinaria tenga en mente. La explicación es que el no pertenece a su mundo, y no esta a su altura, vive en comunión con la divinidad, no con los libros de auto ayuda que usted trata de aprender de memoria. No dicta métodos corporativos para el incremento de sus arcas financieras, o para amortiguar su culpa, de hacer lo que le plazca. Es un ser consagrado al bodichita camino a la iluminación aunque aun no la haya conseguido. Pero vive para eso, no dejara que usted lo seduzca con sus atributos ordinarios de pasión, dinero o posición social. El ya eligió y sabe donde va, usted se confunde y pierde la posibilidad de evolucionar, con tan grande bendición que es tener un ser  así cerca.  A cualquier académico se llama maestro, pero en el mundo espiritual solo lo es , el que puede renunciar a todo, y vive para el servir y despertar. Los otros solo ensayan una postura que no se nutre de humildad, si no de un disfraz adecuado a sus pobres pretensiones egoístas. Las energías se atraen y usted  hace empatia donde su vibración es afín. 


UN NADIE JUEI MU.